La cita organizada por el Club Ciclista Barbanza, y puntuable para el ranking de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), presentó dos jornadas de un recorrido similar, cercano a los 90 kilómetros y a los 1.300 metros de desnivel positivo acumulado. El primer día, con salida y llegada en Rianxo, Sergio Calvo afrontó el último de los dos puertos de montaña como uno de los componentes del grupo cabecero de diez corredores. En las duras rampas finales la unidad saltó por los aires y por la cima pasaron tres ciclistas -Pablo Lospitao (Electromecánica), Markel Beloki (MMR) y Gerard Cano (Eolo Kometa)- con 9 segundos de ventaja respecto al inglés Cormac Nisbet (Zappi) y al húngaro Balint Felhoffer (Eolo Kometa), y 5″ más tarde coronó solitario el ciclista flúor.
En los 12 km que restaban hasta la meta el dúo perseguidor contactó con el trío que lideraba la carrera, una situación que jugó en contra de los intereses del pupilo de Pedro Valverde. Sexto clasificado en Rianxo, a 28″ del vencedor Lospitao, Calvo se enfundó el maillot azul de mejor gallego, prenda que ya obtuvo el año pasado.
Máxima ambición
La general de esta challenge se elabora por puntos, no por los tiempos acumulados, y ese formato no benefició el domingo al representante del conjunto olívico. El de A Rúa estuvo pletórico en el recorrido con inicio y final en Ribeira y puso la Volta O Barbanza patas arriba con un ejercicio de máxima ambición. «Incluso atacó antes de lo que habíamos hablado», desvela Valverde, quien había animado a su corredor a moverse desde lejos. Calvo salió con ‘el cuchillo entre los dientes’ y en el kilómetro 30 pasó a la acción. A su demarraje respondió Sergio Romeo (MMR), séptimo el día anterior, y juntos alcanzaron a un grupo de fugados.
La buena colaboración en cabeza permitió que la diferencia respecto a los primeros clasificados del sábado superara los 3 minutos, por lo que tanto la lucha por el triunfo parcial como por el maillot amarillo estaba en la escapada. El ciclista del Vigo-Rías Baixas obtendría los dos premios si se imponía en Ribeira y a ello se lanzó en el Alto de Moldes. Su cambio de ritmo sólo lo pudo seguir de lejos Romeo, que inició los 15 km de descenso hacia meta a 5″ de Calvo. Un pulso que acabó en fusión. De esta manera, el esprint en la recta final iba a decidir el ganador de la Challenge y se lo anotó el vallisoletano del MMR.
Segundo en la jornada y en la general por puntos, el ciclista que menos tiempo invirtió en las dos carreras recibió la felicitación de su director: «Al ser valiente, aunque fue arriegado, esta vez volvió a salir bien el hecho de arrancar desde lejos. Es otro premio a su valentía y a la ‘remada’ que se pegó el chaval, que fue buena». Valverde también acabó satisfecho con el rendimiento ofrecido el domingo por Hugo Martínez, quien preparó el terreno para el ataque de Calvo y se clasificó 44º entre el centenar de participantes, y por Manuel Alonso. La expedición del Vigo-Rías Baixas en esta cita la completó Miguel López.
Fotos: Asier Torrado