Ayer tuvo la primera toma de contacto con la ropa del equipo y afirmó estar «encantado con lo que me he encontrado. Se vuelcan con los corredores y estamos bien cuidados. Tenemos visita con cardiólogo, pruebas de esfuerzo y médicos. Tenemos un buen respaldo que nos apoya».
Zurita, con 26 años, está llamado a ser una referencia del Rías Baixas y, especialmente, a engrosar el número de victorias del equipo debido a su calidad. No obstante, matiza que «me han dicho que me relaje, que disfrute de la temporada y no me han pedido mucho más. Que sea profesional con lo que hago y lo demás vendrá. Yo soy autoexigente, me gusta ganar y darlo todo en las carreras. Ellos quieren que gane y yo, hacerlo».
Por lo tanto, su perfil no está enfocado a las generales de las vueltas por etapas y sí a las victorias puntuales. El propio Zurita explica que «soy un ciclista rápido, aunque no soy un velocista puro. Me gustan las carreras de repechos, con mucho sube y baja. Un terreno como el que hay en Galicia».
El corredor catalán no encontró hueco en el pelotón profesional tras dos años en el Team Voralberg. Con la formación austriaca vivió un primer año «con buenos resultados». Sin embargo, «la temporada pasada tuve una lesión bastante complicada y se terminó la relación con el equipo y no pude correr nada más. Decidimos volver a comenzar, en el campo amateur. No es un paso atrás, lo tomo como un extra de motivación».
Por lo tanto, Zurita se muestra ambicioso y con ganas de volver a ser un corredor de referencia en el campo amateur y, en la medida de lo posible, regresar con celeridad al profesionalismo. Proyecto en el que también se encuentra el Rías Baixas de cara a la campaña 2019. Mientras, Zurita explica que «vivo cerca de Girona y tengo una meteorología muy buena para prepararme. Es cierto que entreno bastante tiempo solo porque dispongo de sesiones muy específicas, pero también tenemos algún grupeto. Lo que estoy viendo es que, si tengo una calendario apretado aquí, puedo venirme unos días e, incluso, pasar tiempo viviendo en Galicia». Son los planes del corredor catalán, una referencia en el Rías Baixas.