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Los corredores afrontarán la subida a O Galiñeiro en el ecuador de la prueba. Catalogada como de 2ª categoría, esta ascensión conducirá a la caravana de la Copa de España a un balcón de lujo, con vistas a todo el área metropolitana de Vigo, así como al oceano Atlántico. Se tratará de un momento especial en el desafío propouesto por el club flúor, tanto por su exigencia como por lo que significa el paso por un punto que sufrió uno de los capítulos más negros en la historia reciente de Galicia.

José Taboada: «Ayuda a ponerlo en valor para que no se vuelva a repetir». 

«Quemó todo el monte y estamos intentando recuperarlo», apunta José Taboada, recordando lo sucedido en el otoño de 2017. El coordinador de la Comunidad de Montes de Vincios celebra el paso de la Vigo Copa de España por O Galiñeiro porque «ayuda a ponerlo en valor para que no se vuelva a repetir» y espera que «cuanta más gente se acerque al monte, de manera ordenada, mejor».

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Taboada insiste en el «respeto» que los aficionados que elijan ese punto para seguir la carrera deben tener «con los diferentes ecosistemas y el patrimonio para que perduren en el tiempo y puedan ser disfrutados por las próximas generaciones».

«O Galiñeiro cambió y el pino que ardió está regenerado. Tenemos tres sumideros de CO2 registrados en el Ministerio de Transición Ecológica, un cinturón de frondosas que divide el monte en dos partes (siendo el 80% castaños), una plantación de nogales, una de secuoyas (la más grande de Europa)… Estamos intentando hacer lo que se llama un monte mosaico», indica.

El coordinador de la Comunidad de Montes también explica que el proyecto desarrollado en los últimos años, además de crear riqueza, pretende que «en el caso de que hubiera otro incendio en el futuro, la discontinuidad de los diferentes tipos de vegetación no permite que avance de la misma manera. No es lo mismo quemar un papel, que un papel y un cartón».

 O Galiñeiro se ha reinventado y el ciclismo le brindará su particular homenaje el 15 de mayo.