Bajo la lluvia, los actuales campeones del mundo tuvieron un inicio de carrera de lo más accidentado en el circuito Fuji Speedway. Primero se fueron al suelo y, posteriormente, volvieron a echar pie a tierra por causa de un problema mecánico. Ese doble contratiempo les obligó a realizar un gran esfuerzo para reincorporarse al grupo de cabeza, grupo en el que rodaba el otro tándem español (Bellido-Teruel), dos parejas de los Países Bajos y una francesa.
Uno de los dúos neerlandeses no tardó en cambiar el ritmo y de meter la directa hacia la victoria. Por detrás no hubo entendimiento para perseguirlos y a falta de tres vueltas se desencadenó la lucha por la plata y el bronce. El segundo tándem de los Países Bajos también puso tierra de por medio y ninguna de las dos parejas españolas tampoco pudo responder al ataque de los galos.
En el caso de Martín y Venge acusaron el desgaste realizado en las primeras vueltas. Aun así, no tiraron la toalla en ningún momento intentando dar caza al tándem francés y cruzaron la línea de meta en cuarta posición. Un diploma que se une a la medalla de bronce lograda en la prueba de contrarreloj como balance final del sueño que se hizo realidad para el abulense del Vigo-Rías Baixas.