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¿Cuesta adaptarse a las nuevas medidas de seguridad?

Para empezar, la poca disponibilidad de medios genera un incordio tremendo. Hay que buscarlas debajo de las piedras. Después, se debe concienciar a los trabajadores de que esta nueva normalidad tiene que ser así, no queda otra que utilizar estos elementos de seguridad para garantizar la salud en la actividad laboral. Los trabajadores están muy concienciados y todo nuestro sector tiene claro que esto ya no es lo que era. Las nuevas medidas han sido muy fáciles de implementar. Cada día aparecen nuevos protocolos, nuevas situaciones, porque el mundo de la construcción es tan variopinto y tiene tantas aristas y vértices que lo que vale para unos, para otros no sirve. Siempre hay unidades de obras nuevas que no sabes cómo afrontar. Se trata de un reto profesional muy grande y lo intentamos llevar a cabo con la mayor ilusión posible, dentro de las circunstancias en las que estamos.

¿El sector de la construcción puede ejercer de punta de lanza en la recuperación económica?

Esta semana hemos tenido una entrevista con el presidente de la Xunta de Galicia, a través de la Federación Galega de Construcción, y lo que se apuntaba era un poco eso: ya va siendo hora de que se clasifique el sector de la construcción como estratégico. Aporta un porcentaje muy importante del PIB autonómico y del empleo en Galicia, mucho más importante que otros sectores, muy loables, pero que están declarados como estratégicos aportando bastante menos. Además, en estas circunstancias tan difíciles que estamos viviendo, es uno de los sectores que más está garantizando el nivel de empleo. Ya no solo estamos hablando de incorporar a esos trabajadores que han perdido su empleo en otros sectores, sino de no contribuir a esa bolsa de trabajadores que ahora mismo están en el paro.

¿Cuáles son los proyectos estrella que XAC tiene en marcha?

Somos una empresa gallega que también trabaja en otras comunidades autónomas como Castilla y León y Asturias. Nuestros principales clientes son las administraciones públicas, aunque también realizamos alguna obra privada siempre que tenga un toque especial o se trate de un edificio con una certificación energética muy buena. No nos dedicamos a la construcción al uso, es decir, a la residencial. A nivel de obra pública estamos finalizando en estos momentos la primera fase de la PLISAN, la plataforma logística del puerto seco Salvaterra-As Neves, y vamos a empezar ahora con la Fase 2. Parece ser que una importante empresa conservera, propiedad de un grupo chino, se va a instalar allí. Tenemos que hacerla a toda pastilla porque va a generar puestos de trabajo y eso nos viene bien a todos.

¿Qué evolución ha tenido la empresa desde su fundación en 1992?

Nació con un embrión muy pequeño y hemos ido creciendo, tanto a nivel de tamaño como de cualificación. Nuestro equipo profesional ha ido adquiriendo experiencia y ese bagaje nos permite ser más multidisciplinares. Empezamos siendo tres o cuatro y ahora forman parte de la compañía 42 familias de manera directa y más de 100 de manera indirecta. Intentamos sacarla adelante como una de las empresas pioneras en la construcción pública en Galicia.

¿Qué relación mantenía su empresa con el deporte antes de embarcarse en el proyecto del Vigo-Rías Baixas?

XAC siempre tuvo lo que ahora han dado en llamar ‘responsabilidad social corporativa’, uno de esos vocablos que aparece con el paso de los años y que da nombre a algo que ya existía. Siempre nos ha gustado colaborar y a los dos socios nos atrae bastante el deporte. Nuestras colaboraciones siempre eran anónimas. Por ejemplo, si hacían falta unas camisetas para el equipo en el que jugaba el hijo de no se quién, pues les ayudábamos.

Ese altruismo también lo han demostrado fuera del deporte.

Sí, en la anterior crisis nos implicamos mucho con la gente más necesitada y colaboramos mucho con el comedor social de Vigo. Un año decidimos anular la cena de empresa y el doble del presupuesto que destinábamos a la cena lo donamos a ese comedor en alimentos.

¿Qué les sedujo de la propuesta del Vigo-Rías Baixas?

José Luis Chamorro le pone al club todo su empeño e ilusión. De Chamorro se podrán decir muchas cosas… pero nunca que escatima esfuerzos luchando en favor del club. Deja su vida por este proyecto. Eso nos lo transmitió, al mismo tiempo que las bondades de invertir en el deporte. La crisis aún estaba ahí cuando nosotros empezamos y había que rascarse bastante el bolsillo para poder hacerlo, pero en XAC entendemos que el deporte genera unos beneficios brutales a la sociedad. Además, este equipo es gallego y da a conocer Galicia en el resto de la península ibérica. La gestión de sus responsables es excelente y Chamorro nos convenció para subirnos al barco.

¿Usted tiene pasado como ciclista?

Sí, como amateur, ya hace mucho tiempo de esto (se ríe). En aquellos tiempos ya había las vueltas ciclistas a los pueblos y estaba en un equipo de mi localidad natal, de Ortigueira. El deporte que más he practicado ha sido el fútbol. No obstante, como tenía condiciones físicas suficientes durante mi juventud, también hice mis pinitos sobre la bici. Los viernes entrenaba y los domingos jugaba con el equipo de fútbol, mientras que los sábados entrenaba con la Peña Ciclista Ortigueira. Así eran mis fines de semana. Después no pude seguir compatibilizando debido a los estudios y seguía andando con la bicicleta, pero ya no competía.

¿Se mantiene al tanto de lo que sucede en el mundo del ciclismo?

Sigo las evoluciones del Vigo-Rías Baixas y, como todo español medianamente amante de este deporte, no me pierdo el Tour, el Giro, ni la Vuelta.