La lesión del asturiano empaña la notable actuación colectiva del conjunto flúor en la X Clásica de Valladolid. El Vigo-Rías Baixas contó con cinco representantes en el pelotón de 90 corredores que se jugó el triunfo en las calles pucelanas. Fernández y Monasterio eran sus dos bazas para la ‘volata’ y el trabajo de sus compañeros les permitió llegar con las opciones intactas al desenlace de los 160 km de recorrido.
El exprofesional cántabro pudo esprintar y se metió entre los diez primeros en un final dominado por David Martín (Eolo Kometa). Ander Del Castaño (65º), Asier González (72º) y Nicolae Bumbu (82º) también entraron en el grupo principal, mientras que Monasterio ya no pudo cruzar la línea de meta.
«Aunque las dos subidas al Alto de Portillo se hicieron rápidas para romper, no hubo viento y la carrera no tuvo nada que ver con la de 2020. El año pasado se celebró en agosto, con mucho calor, y esta vez el tiempo facilitó que el pelotón se haya mantenido bastante compacto», explica Marcos Serrano. El director deportivo del Vigo-Rías Baixas acabó satisfecho con la actuación de sus pupilos, pero contrariado por el infortunio de Monasterio: «Es uno de nuestros puntales y ahora tendrá que parar. Es la segunda caída fuerte consecutiva que sufrimos después de que Manuel Sampedro se rompiera la mano en el Memorial Valenciaga».
La próxima cita de la escuadra olívica con la Copa de España tendrá como escenario la localidad guipuzcoana de Legazpi, donde el sábado se disputa la Santikutz Klasika.
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