Después de esta pandemia, ¿el futuro del mundo de la bicicleta lo ve con optimismo o pesimismo?
El futuro es bastante incierto pero tratamos de verlo con optimismo, es nuestra forma de ser. Obviamente, para todos los que estamos involucrados con este deporte la situación no es está siendo fácil. Ya estamos en mayo y la temporada, a efectos prácticos, casi aún no ha empezado. Habrá muchas pruebas que se queden por el camino, con todo lo que eso significa para equipos, corredores y sponsors… Parece que ya se empiezan a atisbar algunas certezas en el horizonte pero todo está muy el aire todavía. Sin duda, es el momento de arrimar el hombro y devolverle al ciclismo todo lo que nos ha dado. Más que nunca tenemos que aunar fuerzas y buscar soluciones. En ese sentido, creo que todos podemos salir fortalecidos de una situación, a priori, negativa.
¿Cuándo y cómo surgió la idea de crear Siroko?
La idea surgió en el 2016 cuando su fundador, Borja Mera, se lanzó al mundo del e-commerce con una colección de gafas de sol casual. A finales de ese mismo año la marca modificó su rumbo diseñando unas gafas deportivas para el piragüista Saúl Craviotto con las que, meses más tarde, ganó una medalla de oro y otra de bronce en los Juegos Olímpicos de Río. Desde entonces Siroko entró de lleno en el mundo deportivo creando diferentes modelos y productos relacionados con el mundo del ciclismo, running, surf, snow y xtreme, entre otros.
¿En qué consiste la tecnología K3?
La tecnología K3 nos permite ofrecer al cliente unas gafas extraordinariamente resistentes y ligeras -solo pesan 27g- con unas condiciones de visibilidad y protección óptimas. Todos nuestros modelos cuentan con una lente panorámica polarizada y sistema antiempañamiento. Estamos muy orgullosos porque, para poder lanzar al mercado un producto de semejante calidad a un precio tan competitivo, detrás hay un trabajo de investigación y diseño muy potente.
¿Qué supone para Siroko formar parte del proyecto del Vigo-Rías Baixas?
Una marca deportiva tiene la obligación de estar lo más cerca posible del deportista. Por suerte, cada inicio de temporada tenemos un abanico de opciones amplio sobre la mesa. Lo difícil siempre es acertar. A la hora de elegir, cualquier sponsor busca seriedad, profesionalidad y amor por este deporte. El Vigo-Rías Baixas puede presumir de tener las tres. El proyecto deportivo que hemos encontrado aquí combina a la perfección una apuesta importante por la cantera y la formación con corredores que aportan galones, experiencia y resultados. La verdad es que no se puede pedir mucho más.
¿Qué modelo de gafas son las que mejor combinan con nuestra equipación de color flúor?
(Risas) Para gustos colores pero las K3 Iceland le van como anillo al dedo. Son las que llevan los corredores y creo que están encantados con ellas, así que son una apuesta segura.
¿Le atrae la idea de que el Vigo-Rías Baixas pueda algún día dar el salto al campo profesional?
Desde luego, es un proyecto muy ambicioso, pero nos encantan los retos. Ya patrocinamos La Vuelta, así que supondría un paso gran paso para seguir afianzando nuestra vinculación con el ciclismo del más alto nivel.